Cuando me enteré que la próxima película de Michelle Gondry iba a salir me puse muy feliz. El eterno resplandor de una mente sin recuerdos había llenado mi corazón y todas mis ambiciones por completo, anteriormente, y no esperaba menos de la siguiente entrega del director francés, que además incluía en el reparto como actor principal a Gael García, quién empezaba a resultarme simpático, y por si esto fuera poco, el producto prometía ser un filme con un grado de introspección hasta entonces no visto en la obra precedente del director visualmente. Todo parecía marchar sobre sus ruedas rumbo a una despampanante entrega.
Sí es cierto que no soy un tipo muy dado a los romances y más bien torpe a la hora de descifrar mis emociones y de realizar mis declaraciones de amor (que sobra decir, parecen más bien memorandums que declaraciones amorosas), en fin, la previa entrega del apenas conocido director es y era desde entonces parte fundamental de mis historias de amor idealizadas. Lo sé, pero no me avergüenzo, así soy en ocasiones, me apropio de cosas que no me pertenecen, como muchos otros, que decimos "¡ésta es mi canción!", éste es mi tema de exposición-investigación, etc. Vivir es una experiencia extraña y mientras estamos acá todos nos hacemos de cosas que no son nuestras para poder entender...
Escuche unas primeras críticas y las eché por tierra. No se trata de lo que los críticos digan, pensé, el sentido común es una de esas cosas que nunca puede describir con precisión un crítico de arte. Porque el arte es un fenómeno que no cabe en los límites de lo común, de lo predecible, en particular las vanguardistas visiones del director francés, envueltas en cartón corrugado e hilos de estambre. No es posible hacer equiparaciones precisas, tampoco es probable y mucho menos cercano a lo real, diría que más bien es estúpido... ahora podría decir cosas distintas, no obstante. A pesar de estar más cerca de la naturaleza humana que ninguna otra forma de expresión, acaso las formas viscerales y toscas que hacen que todos sientan una falsa identificación. En este sentido soy muy tajante, lo que considero valioso no es lo que me hace sentir cosas, es aquello que me permite recordar mi condición humana. Eso para mí es arte, ahora, no sé si dentro de diez siglos sea lo mismo.
Vi el cartel promocional y visité la página oficial esperando la premiere con grandes ansias. No recuerdo por qué no asistí al estreno, pero lo más probable, conociendo mis tendencias, es que haya decidido que algún otro evento que superaba en importancia mi asistencia a la tan esperada develación. Entonces tarde un poco, pero infatigable, decidido y con todos mis sentidos dispuestos me lancé a la aventura.
Me estrellé contra un muro, no sentí decepción, ni mucho menos, en realidad estaba bastante satisfecho desde un punto de vista estético. El final quizá me parecía imperfecto, pero lo que más me afectó fue la fuerte identificación que sentí con el protagonista.
No es lugar para confesar, pero hasta ese momento de mi vida, los amores que más había disfrutado por lo imposibles y por lo lejanos a la realidad en efecto nunca habían sucedido. Y de repente yo ya no estaba en un sitio seguro. Estaba tratando de decidirme, tratando de escuchar los sentimientos que nunca he podido escuchar con claridad. Se trataba de mí en la pantalla. Y lo peor, quizá, era que al igual que yo, Stephane no hacía otra cosa más que correr y esconderse en los subterfugios de su sueño; de su inversión realidad-sueño. Me descubrí un niño frente a semejante revelación, una cosa es pedir ver y otra es encontrarte con la imagen clara de tu desesperación. Vi la película y contuve el llanto. Sigo teniendo miedo a llorar en lugares concurridos, soy un tanto paranoico, pero esa película me dejó una muy fuerte impresión.
Hay que tomar decisiones o atenerse a lo que proviene de la inmovilidad.
Golden the Pony Boy
Cotton and cardboard, cellophane and paper, thread, needle to employ,
All felt and fabric, birds fly and cats play,
Golden, The Pony Boy.
Made out of cloth and standing so still, just like a simple toy.
Gray as the sky on a day without sun,
Golden, The Pony Boy.
Screwdrivers, rubber bands, glue guns and pliers, tools to create or destroy.
Patiently waiting, un-calculating,
Golden, The Pony Boy.
Flying wheels and coloured reels,
Spin into motion,
Bringing him lots of joy,
Trot, canter, gallop,
Over land and sea,
Golden, The Pony Boy.
Golden, el chico Pony*
Algodón y cartón, celofán y papel, hilo, aguja para coser,
todo de fieltro y tela, las aves vuelan y los pájaros juegan,
Golden, el chico Pony.
Hecho de tela y sosteniéndose bien firme, como un simple juguete,
gris como el cielo en un día sin sol,
Golden, el chico Pony.
Desarmadores, ligas, pegamento y pinzas, herramientas para construir y deshacer
pacientemente esperando y calculando,
Golden, el chico Pony.
Ruedas voladoras y carretes coloreados
girando, en movimiento
dándole montones de felicidad
a trote, andando, galopando,sobre la tierra y el mar,
Golden, el chico Pony.
*Golden es el nombre, "dorado" significa.
La canción describe a un personaje secundario del filme que es el caballito de tela, que lleva el nombre "Golden, the Pony boy". Les recomiendo ver la película si no les parecen muy claras las referencias o algo confusas.. no, en realidad solo desearía que la vieran y se formaran su propia opinión ;)
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